Carlos Chaouen
Os acordáis de este momento, me encontré con Carlos Chaouen en el aliviadero y le conté la propuesta de “Urinarios Sin Alturas”. Enseguida quiso cooperar en este proyecto incontinente, como lo demostró la progresiva humedad provocada por una jamberra lluvia dorada sobre sus zapatos azules necesitados, a partir de ese momento, urgentemente de gamuza. Carlos, mientras se alejaba dando saltitos, reflexionó sobre la candente realidad de que los bajos también mean.
Bueno, pues después de unos años, el mismo encuentro se ha vuelto a repetir. Carlos, estejambo, mismos urinarios, misma altura, mismos zapatos, pero…. ¿Qué es lo que ha cambiado esta vez? Pues que el Chaouen al intuir que iba a pisar dos veces el mismo charco corrió raudo y veloz a por una… fregona?. Pues no, a por una silla en la que rápidamente me elevó para que estejambo miccionara a gusto. Una vez arriba, sin vértigo ni arnés, birra en mano, le tuve que pedir amablemente que me la sujetara. Con un dedo me indicó hacia donde debía dirigir mi brillante manantial de impurezas.
Muchas gracias Carlos por tu solidaridad. El concierto, a mástil seco y voz rugosa, con el que nos refrescaste la noche, fue un gustazo, un placer, un deleite, un elixir de lunas llenas.
En otoño Carlos Chaouen publica nuevas canciones, el álbum se llama “Respirar” y seguro que se da un garbeo eléctrico con su “coleguitar” Joaquín y su trouppe. Recordad: “Hay un Paraíso en cada Piel y un Dios en cada Hombre” (Carlos Chaouen). Volveremos a vernos amigo.
que bueno man !! el gran Carlos sujetandote-la !
abrazos nene
Tone
jajaja, por supuesto, seguiremos a Chaouen, abrazo