eseIanHunter
Y por fin llegó el día 18 de mayo. El mítico Ian Hunter da un bolo en la no menos mítica sala El Sol de Madrid.
Lo primero que me llama la atención es que cuando mi primera cerveza está medio vacía, el garito está medio lleno. Me la voy a beber a ver que pasa. Se me acaba la birra y me doy cuenta de que el llenado de la sala no es proporcional a la ausencia de cerveza en mi vaso. En Madrid nunca aciertas, si no compras la entrada anticipada cuando llega el dia del concierto “no hay billetes”, y si la compras con tiempo …pues eso ¡Ponme otra!.
El publico, gente con criterio, como te diría, colegas con muescas en la jeta. Rockeros de ideas claras, con coleta el que puede, y algún asunto de plata pendiente de la oreja . Si la “Route 66” nos queda un poco lejos cogeremos la N-IV y si no hay Harley, pues Vespino.
La música de Ian Hunter me pone un poco triste porque me hace sentirme solo. Voy por la carretera en mi camión , en mi coche, en mi descapotable , en patinete , andando sobre las suelas de mis zapatos de gamuza azul y desearía que estuvieras a mi lado nena. Desearía parar en un motel, abrazarte, colgar mi chupa de cuero en un perchero y descansar mis doloridos huesos por unas horas. Si fuera Ian de paso me echaba crema suavizante en los rizos de mi cabeza.
La banda: compacta ,virtuosa, con sitio para todos. Agazapados en el escenario, comparten espacio físico y musical. Todo fluye y todo rula. Siempre digo que compartir es amar. Ian me cantó que no hay que ser el “numero uno” para triunfar en la vida. Mi primo Yago que no te conocía ya tiene una referencia “number one” para comparar . Al gallego le he jodido porque ahora sus oídos son menos inocentes . Cada vez que vaya a un concierto comentará a “los demás” que Ian Hunter sonaba, cantaba, tocaba, transmitía, se entregaba más y mejor y, como “los demás” no estuvieron, no le creerán. Se sentirá incomprendido , solo, como en una carretera comarcal sin luna, sin más luces que el brillo del cigarrillo. Pasa el tiempo y de joven grunge pasas a perro rockero en un par de conciertos. Ian nos contó que la vida es una autopista en la que “tokiski” paga peaje. Recorre los kilómetros sin prisa y ,si el calor aprieta, baja las ventanillas y disfruta de la brisa. Si en tu radiocdmp3 suena ”All the young dudes”, ¡Súbe el volumen!, ¡Quema eseampli!, ¿Somos o no somos rockeros?
Ese gafillas sin afeitar que no curre tanto y que se venga al foro!
Qué envidia sana man… Por lo que cuentas era de los conciertos que no hay que perderse…
Saludos desde Doñana.
Larga vida al ronck and roll
Hola, llevo leyéndote un tiempo, desde que Montero Glez habló de ti en su blog. Pues ayer me parece que te vi en Alcalá de Henares, yo estaba currando desmontando el escenario del concierto flamenco mientras la parroquia gitana seguía con la fiesta y tú andabas por ahí. Saludos, ya que ayer no me atreví.