La suerte está echada
Aquí me veis waiting for the morlaco. Llegó la hora, No es lo mismo hacer posturitas, en el salón, delante del espejo que frente a un animal con cuernos. Menos aún que esos mismos cuernos te los pongan o te los claven. Aparte del valor, para ser torero hay que ser muy completo; manejar espacios, capote, trazar verónicas, chicuelinas, serpentina, revolera, natural, pase de pecho … reconozco que lo que mejor se me da son los pases muleta en codo, será porque practico con ella a diario.
En el ruedo la adrenalina surca mis venas, el corazón me late con más fuerza que los graves de una “Rave” de DAVID JETTA. Además las agallas me las noto inquietas, intentando darse el pire , a la fuga. Serán cobardes pero no tontas, saben que a la hora de torear ellas son las protagonistas, agasajadas en el mejor de los casos y agujereadas en la peor de las tragedias. Las hablo con cariño pero sin mentiras: “Lo siento nenas es tarde para escabullir el bulto”. Después de tranquilizarlas, levanto mi mirada para buscarte, es fácil, siempre estás donde más calienta el sol. El vaivén de tu abanico refresca el inconmensurable escote donde tantas tardes de gloria: “A las cinco de la tarde”… he siesteado. Puedo ver los ojazos tras tus gafas de sol favoritas, aquellas que te regalé con un corazón incrustado en el cristal. En el momento de la verdad me confieso: Te mentí, no son diamantes!!! Los pasodobles a to trapo te impiden oír mi voz, un poco afalsetada por el acojone que me invade algunos días y todas la noches desde que decidí echarle valor.
El valor es quedarse quieto, el coraje es no temblar ante la embestida. Frente a la puerta de chiqueros, sueño con un toro que me entre al trapo, que cuando le ponga delante el capote se frene, que se quede embrujado y al girar a mi alrededor no mueva la cabeza buscando mi pellejo. Como si hubiera un hilo invisible, hipnotizado, que siga el camino que le trazo. Sueño con conseguir, realizar, la coreografía perfecta. Me despierta el ruido que producen los pitones al chocar contra la madera Pum!Pum!Pum! pum!!! Me recuerda una copla siniestra, no se si una Saeta o un Réquiem, pero vamos nada que sirva para animar el baile de la aspiradora del sábadocleaning “in the morning”. Los clarines rasgan el cielo, y el alguacil tira de bisagra. Ya estamos los dos en el albero, el de negro sale al círculo desorientado, se da dos carreras buscando la salida de emergencia. Cuando parece que se ha dado cuenta de que no la hay, le cito: Hey torito!! Se vuelve a mi llamada, viene raudo hacia mi y hasta un poco más veloz. No hay duda, ha visto a un Jambo en el ruedo.
La vida es sueño y el albero pesadilla, je!
Oooooooollleeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!
Qué arte maestro