Decir que entre los poetas a la hora de vestir predomina el negro. Y a la hora de beber también se lleva la cerveza oscura y tostada.
El garito del Conde Duque es una pasada. Algo está cambiando cuando a los poetas se les da cobijo en este elegante entorno. El pasillo que te lleva al Auditorio te teletransporta a un universo esterilizado, limpio, lejos del podrido lodazal que se está convirtiendo Madrid. Se está tan a gusto y suena tan bien, que el artista para no recibir aplausos tiene que currárselo mucho.
Hoy a las 20.30 horasJavier Gallego Crudo arrebatará nuestros sentidos con un recital de palabras sobre un fino colchón de música. Nos vemos.